QUE TUS LABIOS SE LLENEN DE BESOS



¿FUE LA PERDIDA DE UN SUEÑO?


Después de dejarme graVado a fuego el irracional deseo.

De sembrar sueños y germinar rumbos.

Intrigas que pasaron de ser reto, al placer de descubrirte.

Cuando hablar contigo era lo mejor de mi día.

Y alguna noche acariciándome, imaginé que era tu mano la que me amaba.

Entonces la admiración te abrió mis puertas.

Y unas palabras tuyas bastaban para sanarme.

He de reconocer que tenías el poder de hacerme feliz.

Aún no he olvidado tu curiosa voz.

Un mala noche se me cayó el gran decorado encima, como tantas otras veces la realidad no aguantó a la ficción, aunque esta vez era diferente, entraste protegida porque te admiraba, y yo que me creía seguro y la verdad me aplastó un poquito el corazón. Aprenderé.

A años luz de sentir rencores, es mas bien la rabia de perder un sueño, quizás “EL SUEÑO”, el mayor premio de la lotería de la vida, un amor intenso.

Lo que me queda es desconfianza que con la distancia son fronteras que me protegen, pero sobre todo gratitud, por hacerme volar.
Y el recuerdo imborrable de ser espectador privilegiado en un precioso espectáculo de ingenio y pizcas de sabiduría.

Cariño gracias por haberme hecho sentir intensamente.
A una mujer capaz de despertar la fe de un ateo.